Ha pasado algún tiempo desde mi última entrada y no he posteado porque los acontecimientos que han tenido lugar en mi entorno son, quizá demasiado íntimos, demasiado profundos y no sabía como encarar una nueva entrada. A eso se suma que no doy abasto en el trabajo.
Disculpad entonces que sea un tanto críptico.
Han sido unas semanas de terribles pérdidas; de personas que, a pesar de esas pérdidas, alzan la cara con una entereza admirable y continuan caminando.
Unas semanas en la que el pasado más reciente vuelve para convertirse en presente por un día y removerte por dentro.
Unas semanas en la se forjan preciosos planes de futuro, planes en los que ciertas vidas se entrecruzan bajo un mismo techo, para darse compañía y apoyo.
Unas semanas en la que el gimnasio se ha convertido en una estupenda válvula de escape para liberar tensiones y mitigar un poco la agresividad que últimamente me noto a flor de piel.
Unas semanas en la que el trabajo se acumula como el agua en un desagüe atascado.
...si todo va bien y mañana las cosas salen como tienen que salir en la oficina (malditas auditorías de Calidad) recobraré algo de tranquilidad y podré seguir posteando entradas con cierta regularidad.
Así pues, mis niños y niñas perdidas, deseadme suerte, que este Peter Pan la va a necesitar.
martes, 4 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)