martes, 22 de diciembre de 2009

Las ruinas de Nunca Jamás

He entrado de puntillas, intentando hacer el menor ruido, temeroso de que alguien pudiera verme...pero aquí sólo hay ruinas. Las ruinas de Nunca Jamas.

Miro a mi alrededor y lo que antaño fueran recuerdos y vivencias hace mucho que comenzaron a desmoronarse por acción del olvido y el rencor. No es una estampa bonita, desde luego...y ese maldito frio...antes este lugar era cálido pero ahora una brisa humeda y helada lo cubre todo.

Me resulta dificil recordar si me marché de Nunca Jamás porque se volvió inhóspito o precisamente la Isla y todo lo que en ella mora (o moraba) cambió tanto porque este cansado Peter Pan huyó.

Sea como fuere, he vuelto aunque nadie quede por aquí. Las visitas que llegaban en barco hace tiempo que dejaron de atracar en los ahora destrozados muelles. Los niños perdidos hacen honor a su nombre, Garfio ha dejado de ser aquel compañero, amigo y adversario eterno para convertirse en un desconocido y Wendy partió lejos en busca del amor, probó fortuna en mil y una escaramuzas de cama y segun cuenta las sirenas al final encontró un buen puerto donde echar amarras y cobijarse.

Ni siquiera yo soy el mismo Peter Pan de entonces. El tiempo que he pasado fuera de Nunca Jamás ha obrado su mágico efecto, dotándome (creo) de una entereza que antes no tenía. Entereza para compartir, entereza para entregarme, entereza para vivir una vida en común...y en definitiva, entereza para madurar. Ese tiempo lejos de la isla tambien me permitió conocer a una singular mujer...quien con mucha comprensión y algún que otro oportuno coscorrón ha sabido hacerme olvidar miedos y manias.

Sinceramente no sé que hacer con todo este triste panorama que me rodea. Por un lado siento una necesidad imperiosa de purgar y limpiar, de hacer desaparecer lo poco que queda de Nunca Jamás a través de este Blog...pero sé que estas escasas lineas que perfilan la isla cuentan una historia pasada. Guardan ecos de la memoria y sinceramente despojarme de algo así me es tremendamente difícil.

Me tomaré la licencia de postergar mi decisión pues no creo que nadie se enfade por ello...y mientras tanto, mis niños perdidos, Garfio, Wendy y toda suerte de habitantes de Nunca Jamás, esteis donde esteis...id con buena fortuna y un calido abrazo de este Peter Pan que se hizo adulto.

miércoles, 2 de enero de 2008

Recopilatorio 2007

Como bien ha apuntado cierta campanilla últimamente he descuidado el blog. Bien, vamos a ponerle remedio y para ello haré una pequeña síntesis de lo que ha sido el final del 2007.

En el ámbito laboral hemos (los compañeros de curro y un servidor ) tenido que enfrentarnos a una auditoría de Calidad. Contra todo pronóstico todo ha salido bien pero ha costado lo suyo. La pantalla del ordenador ha sido testigo mudo de horas y horas extras (las cuales no me serán retribuidas) tecleando lineas de código, todo para que cierta aplicación informática estuviese lista en un plazo inquietantemente ajustado. Que "diver" es ser informático...si lo llego a saber me hago cerrajero o fontanero.

En la familia todo va bien. Mis hermanas han comenzado su andadura como aguerridas empresarias y están muy ilusionadas. Las conozco y con las ganas que le ponen a todo seguro que triunfan como los "Transformers". Esta pasada noche vieja pasada tambien ha sido un momento de cambios...he roto con una antiquísima tradición. No me he comido las uvas en casa, con mis padres, mis hermanas y el pequeño engendro peludo que tenemos por perro. No obstante ha sido igual de especial.

En el plano personal las cosas están más moviditas. Hace algún tiempo que dejé a Wendy en su habitación para seguir caminos separados, ella en su casa londinense (lo de londinense es en sentido figurado, claro :P) y yo en Nunca Jamás. Siempre ha sido importante en mi vida pero ahora me he dado cuenta que se me hace difícil concebir un futuro sin ella ahi.

Tras esta confesión, baste decir que hace escasos días abrí su ventana nuevamente y de puntillas volví a su habitación. No hubo reproches ni "porqués", solo un cálido abrazo, una montaña de besos y un "bienvenido a casa". Lástima que esa felicidad se vea empañada por la presencia de garfio (por qué, Wendy?, ¿por qué narices tuvo que ser precisamente él?). Lastima que no le encuentre sentido a ese "bienvenido a casa" porque no la siento mi casa. No sé que va a ocurrir, no sé que hay tras la puerta marcada con el rótulo de "mañana", lo que sí que sé es que no va a ser nada fácil.

Bueno, al margen de este rollo soporifero que os acabo de endiñar, aprovecho para tirar de "tipiqueo" y felicitaros este nuevo año y desearos lo mejor. Besotes y abrazotes a discrección mis niñ@s perdid@s

martes, 4 de diciembre de 2007

una pequeña ausencia

Ha pasado algún tiempo desde mi última entrada y no he posteado porque los acontecimientos que han tenido lugar en mi entorno son, quizá demasiado íntimos, demasiado profundos y no sabía como encarar una nueva entrada. A eso se suma que no doy abasto en el trabajo.

Disculpad entonces que sea un tanto críptico.

Han sido unas semanas de terribles pérdidas; de personas que, a pesar de esas pérdidas, alzan la cara con una entereza admirable y continuan caminando.

Unas semanas en la que el pasado más reciente vuelve para convertirse en presente por un día y removerte por dentro.

Unas semanas en la se forjan preciosos planes de futuro, planes en los que ciertas vidas se entrecruzan bajo un mismo techo, para darse compañía y apoyo.

Unas semanas en la que el gimnasio se ha convertido en una estupenda válvula de escape para liberar tensiones y mitigar un poco la agresividad que últimamente me noto a flor de piel.

Unas semanas en la que el trabajo se acumula como el agua en un desagüe atascado.

...si todo va bien y mañana las cosas salen como tienen que salir en la oficina (malditas auditorías de Calidad) recobraré algo de tranquilidad y podré seguir posteando entradas con cierta regularidad.

Así pues, mis niños y niñas perdidas, deseadme suerte, que este Peter Pan la va a necesitar.

martes, 27 de noviembre de 2007

Necedades matutinas

Salía yo de casa esta mañana cuando en el portal me he encontrado (más bien me ha abordado) un vecino (varón caucásico, rondando los cuarenta, sempiterno chandal y "cadenorra" de oro al cuello).

Hasta aquí todo normal y cotidiano si no fuera porque dicho vecino llevaba consigo un tarro de cristal en cuyo interior se adivinaba una pequeña forma moviéndose.


Procedo a plasmar a continuación la conversación que mantuvimos entonces y para ello identificaré a este individuo (sin acritud y de forma cariñosa) como "vecino-yonki":

vecino-yonki: -mira, mira lo que tengo- (mostrando con sonrisa bobalicona el tarro)
Peter Pan: -Andaaa!!, que bonito!!!-

Se trataba de un pequeño ejemplar de ratón de campo que, con sus diminutas patitas delanteras, palpaba las transparentes paredes de su forzado confinamiento.

Advertí entonces que el tarro estaba cerrado con su correspondiente tapa...y que la jodida tapa no tenía ni un mísero agujero.

Peter Pan -pero...le tienes que hacer agujeros a la tapa!!!- remarqué yo.

vecino-yonki: -pa qué?, si lo que quiero es que se muera- sentenció

Peter Pan -ya. Pues sueltalo en el descampado de en frente, hombre-

vecino-yonki: -estos bichos se comen la ropa y lo muerden todo- afirmó terco.

El ratoncillo me miraba con sus ojillos negros sin dejar de mover los bigotes. Suspiré y le devolví la mirada al pobre animalillo.

Peter Pan -Vale, venga...buenos días-

Me giré para seguir mi camino cuando el individuo balbuceó algo ininteligible.

Peter Pan -Ein? lo qué?-

vecino-yonki: -que digo que voy a calcular cuanto tarda en ahogarse el bicho este-

Si la mirada que le lancé hubiera sido más gélida, ahora tendríamos un polo de gilipollas en el portal.

Peter Pan: -hasta luego- dije secamente y me fui.

A ver si te taladras una rodilla y calculas cuanto tardas en desangrarte...maldito bastardo.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Responsabilidades

Este sábado por la mañana un malnacido generoso vecino ha decidido compartir su música con el resto del barrio. Tampoco es para reprocharle nada puesto que eran las 12:00 PM.

El caso es que, una vez desvelado, me he quedado remoloneando en la cama cual marmota homínida. Al cabo de un tiempo indeterminado ha sonado el móvil. Tras una sucesión de manotazos descoordinados a la mesilla de noche he conseguido coger el dichoso aparatejo. Era wendy:

Wendy: -que haces?-

PeterPan:-pos nada...aquí estoy- (voz pastosa y tono adormilado)

wendy: (que conoce mi voz de recién despertado)-Tío friki!! ¿todavía en la cama a la una de la tarde?!-

PeterPan: -...estooooo...si-

Wendy: -que envidia, yo no he pegado ojo en toda la noche. Aun estoy en el hospital-


Wendy había pasado esa noche de insomnio de la que hablaba cuidando a su madre que está ingresada. Por eso, tras hablar con ella me he sentido muy bien. Tan bien como se puede sentir un organismo unicelular o un cacho de moho.

Mientras que yo estaba haciendo la fotosíntesis, envuelto en el calorcito de mi lecho, otras personas atienden responsabilidades de adulto, llevan una casa adelante y cuidan de un familiar enfermo...todo a la vez!!.

Por el rabillo del ojo puedo ver a la madurez (sí, esa a la que aspiro) suspirando mientras que niega con la cabeza. Un poco más lejos hay un chico de orejas puntiagudas y embutido en unas mallas verdes que me guiña un ojo y me sonríe aprobador.

En cuanto colgué me eché un café al cuerpo y salí disparado al hospital, resuelto a acompañar a Wendy durante el tiempo que fuera necesario. Parece que la madurez me mira ahora con una mezcla de interés y recelo. El jovenzuelo con mallas y orejas puntiagudas se ha dado la vuelta haciendo pucheros.

...a ver cuanto dura

jueves, 22 de noviembre de 2007

"Ashobi"

...que viene a significar "divertirse entrenando". Parece ser que este es el concepto que ha propuesto el Dr. Masaaki Hatsumi para los estudiantes de Budo Taijutsu en el transcurso del 2007.

Pues bien, yo ayer tuve Ashobi a raudales, Ashobi por un tubo!

Pero vayamos paso por paso. Con cierto recelo, cansado y con un martilleante dolor de cabeza me fui al gimnasio despues de salir de trabajar. Por el camino estuve varias veces a punto de volverme y huir hacia mi casa cual rata miserable, pero finalmente pudo más la curiosidad y mi enorme mochila de deporte y yo llegamos hasta el gym.

Formalicé la matrícula y dejé abonadas las clases hasta marzo. Me reencontré con algunos amigos que estaban dando Hapkido en la clase de antes y aproveché para presentarme a algunos de los que serían mis compañeros de Budo (reconocibles estos por el kimono negro y los tabis).

Comenzó la clase y, tal como imaginé, tras el calentamiento yo ya estaba con la lengua fuera (maldito tabaco). No obstante todo transcurrió luego de forma amena y divertida. Muchos rodamientos por el suelo, técnicas de agarre, luxaciones y estrangulamiento entre las parejas de estudiantes.

El ambiente de la clase me pareció estupendo y todos (profesores y alumnos) nos divertimos mucho durante los ejercicios. No acusé el cansancio hasta despues, cuando me apoltroné en el asiento del coche para poner rumbo a mi casa.

Quizá aun sea pronto pero creo que he encontrado mi arte marcial...y posiblemente mi dojo.

Eso sí, si ayer tuve "Ashobi" hoy tengo agujetas como para poner un mercadillo

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Lluvia y conductores

Pues sí. Puedo afirmar que estos dos elementos no se llevan bien juntos y es que cuando llueve, los conductores tienen un malus de -2 puntos en la habilidad "conducir", -2 puntos en "percepción" y pierden el mérito "sentido común".

Referencias roleras a parte, lo cierto es que cuando caen cuatro gotas de lluvia el mero hecho de salir en coche se vuelve una peligrosa epopeya. No sé si en otros lugares ocurre lo mismo pero aquí, en Califacity, la proporción precipitaciones-ceguera automovilística es alarmante.

¿Por qué digo esto? pues porque ayer caian mantas de agua y Wendy estuvo a punto de tener un leñazo con el coche. Puedo asegurar(que iba detrás con mi viejo utilitario) que no fue culpa suya, sino de un jovenzuelo y su histérica acompañante que, ignorando el significado de las marcas viales y circulando a tontas y a locas, casi se la llevan por delante.

Todo quedó en un susto y en un intercambio de improperios con la pareja de niñatos subnormales jovenes pero el incidente me hizo recordar las sabias y serenas palabras que, cual maestro Zen, me transmitió mi padre cuando conseguí el carné de conducir: "Todos son una panda de cabrones e hijos de puta, así que conduce como si te fueran a joder la vida y ve con mil ojos""

...que razón tiene el puñetero.